Cuando el destino de dos grandes se cruzan, nacen cosas fantásticas y llenas de magia.
En 1946, Salvador Dalí y Walt Disney deciden hacer un corto de animación juntos. El proyecto fue abandonado y, recién en 1999, Roy Edward Disney, sobrino del animador, lo retoma para darle vida.
Con el ambiente musical del mexicano Armando Domínguez, este vídeo es para soñar, volar y dejar que la imaginación haga de las suyas en nuestra alma.
Nueva casa
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Luego de un período bastante prolongado, vuelvo a publicar en la web.
Hace unos días inicié un proyecto que pretende ser colectivo. Creé un blog
en donde vo...
Hace 4 años
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